- No hace falta un exaustivo exámen de consciencia ni 5 horas contínuas de catarsis para darse cuenta de a quien estamos perdiendo, sólo basta con recordar por qué hace 365 días te enamoraste de alguien, y por qué hace 15 le dijiste mirandole a los ojos que sentías que amabas más que nunca a esa persona.
- No se puede pedirle a una persona que nos quiere con todo su corazón que haga que no existís, por que viene de la Tierra, no de Marte, y en la Tierra el amor no se olvida en un fin de semana, y, a menos que vos seas extraterrestre, si buscás al fondo a la derecha, tapado por cajas de orgullo y confusión, vas a encontrar ese amor.
- El tiempo es un factor clave, si dejás que pase demasiado, puede que pierdas de verdad a esa persona. Nunca se sabe lo que puede pasar, quizás mañana no te despiertes y puede que hayas desperdiciado el último minuto de tu vida en cosas que no aportaban nada más que sentimientos efímeros y alimentación de ego, osea, vacíos.
- Nunca pero NUNCA saques de tu vida a las personas que de verdad te quieren más allá de cualquier cosa. Son pocos los que dan todo por uno, son pocas las personas incondicionales que vamos a tener; es el error más grande del mundo y un desagradecimiento completo a la vida el hecho de sacarlas afuera como si fuesen la basura. Preguntate a vos mismo, de qué sirve borrar de tu vida a las personas que más te quieren y que más aportaron por vos ?
- Y por último, hasta las peores cosas tienen al menos un lado positivo si las miramos bien. Entonces, qué hay con esas que tienen 100 lados positivos y un sólo negativo? Las vas a tirar por tener un defecto? NADIE es perfecto, ni siquiera vos mismo. Si alguien te acepta más allá de tus lados negativos, no es justo que rechaces a alguien que tiene las mismas imperfecciones que vos, y que inclusive, de bonus, tiene la capacidad de ver y querer más allá detus propios defectos.
VOS sabés que tengo razón en lo que digo acá arriba, deberías practicarlo de vez en cuando, antes de que se termine el tiempo de ensayo y error, y empiece a creer que de verdad la persona que más quiero no se despertó nunca más.