vicente

son las cuatro de la mañana y me senté a escribir sin un propósito fijo supongo...
ultimamente mi vida fué como una montaña rusa con giros de trescientos sesenta grados completos,
tuve días completamente oscuros y quise evadir al mundo de cuanta forma pudiese, me encerré, apagué monitores cuando no queria leer , lloré y maldecí por tanto,extrañé otro poco,me enojé conmigo misma, me dejé.
sin embargo,el último fin de semana me hizo dar cuenta de cuanto adoro a mucha gente, a esos que yo los llamo amigos,que me siento feliz cuando alguno me hace estallar de la risa por una pregunta inútil, que si los necesito van a estar, que son mucho y tanto. gracias pablo . gracias lola , en poco tiempo se convirtieron en dos columnas muy importantes para sostener mi pesadez, mis ánimos, mis males, mis sonrisas, mis alegrías, mis todo. gracias por estos días que fueron como antibióticos para esta virus,esta bacteria,esta peste que me hace tan mal y me deja tan vacía...y ustedes supieron llenar eso y por eso los adoro.
el último fin de semana me regaló una de las cosas más hermosas de toda mi vida, con doble apellido y un llantito quejoso y afónico que me parte en cuarenta y cinco pedazos y me hacer rebalsar de cosas demasiado lindas. .. que amo que adoro que extraño que todo.

este fin de semana me llenó de cosas muy lindas, muy positivas, muy felices y me corrió a un lado toda la basura que vuelve una y otra vez, como cuando se rompen las bolsas y se esparce la mugre por todos lados.
(si, como un perro)

qué sea la primavera,